Esta ruta combina dos senderos diferentes en un entorno emblemático, único y que muchos consideran mágico. Dos rutas senderistas por Puerto Peña: Subida a la Cueva de la Mora y sendero de La Noria.

Por un lado, la subida a la Cueva de La Mora nos permite acceder a la cima del peñón de Puerto Peña, un gran farallón de roca donde anidan cigüeñas negras, alimoches y la mayor colonia de buitres leonados de la provincia.  Es una ascensión relativamente suave por la umbría de la montaña. Un recorrido entre el bosque mediterráneo que perdura en su ladera y donde nos encontraremos con enebros, quejigos, madroños, durillos y brezos, por poner algunos ejemplos. La mayoría de especies botánicas destacables están aquí representadas, con su fauna asociada. Multitud de aves, pequeños mamíferos, reptiles, ciervos y jabalíes tienen aquí su hábitat. Difíciles (aunque no imposibles) de ver por la espesura del bosque, se hacen notar por sus trinos o por sus huellas. 

Las maravillosas vistas desde la cumbre son la recompensa perfecta a la subida. Desde allí dominaremos visualmente una gran parte de La Siberia. Agua, bosques, sierras, dehesas y cultivos se funden en un mosaico multicolor que hará las delicias de todos. 

Antes de llegar a la cima haremos un descanso en la Cueva de la Mora, de la que toma su nombre esta ruta senderista. La cueva es un abrigo natural utilizado dese la prehistoria, época de la que aún queda algún vestigio. ¿Lo vas a buscar? 

La segunda ruta, La Ruta de la Noria, discurre por el talud del río Guadiana. La vegetación de rivera y algunas repoblaciones nos acompañan a lo largo del recorrido junto al agua. Los acebuches, fresnos y tarais abundan y dan protección a multitud de aves asociadas y algunos mamíferos esquivos que habitan en las inmediaciones, como el tejón, zorro, nutria o ciervos, entre otros. Zona de avituallamiento de las solitarias cigüeñas negras. Otras aves abundantes en este entorno son más fáciles de observar: martín pescador, garza real, cormorán, garcetas, garcillas bueyeras… El sendero termina en una antigua noria peculiar, construida en alto. 

La mezcla de agua tranquila, el aroma de la vegetación y el sonido de las aves hace de este paseo una experiencia increíble para los sentidos. 

El orden de la realización de las rutas variará según las condiciones del día.